En Carmona se ha conservado la cultura gastronómica heredada de la tradición romana, andalusí y mudéjar de la vieja ciudad, manteniendo una dieta cuyos productos principales son las verduras y hortalizas proporcionados por la fértil vega y el aceite de oliva, ingrediente principal en todas las recetas.

Los platos más típicos son: gazpachos, ensaladas, aliños, espinacas con garbanzos, alboronías, escarolas con pimiento molido, sopa de tomate, migas, gachas, tallos esparragados, papas en amarillo con bacalao y pescado, cocido con tagarninas, potaje de chícharos, manitas de cerdo y una larga lista de regalos para el paladar.

En cuanto a los postres se aprecia la influencia árabe y la repostería es tradicionalmente conventual, como son los famosos dulces de los Conventos de Santa Clara y la Concepción elaborados artesanalmente con productos naturales. Destacan la torta inglesa, polvorones caseros, torrijas bañadas de vino dulce y miel, los bollos de aceite, las tortas de almendra, el arroz con leche y el conocido guiso de castañas con canela.

En cuanto a bebidas destaca el anís Los Hermanos, de elaboración artesanal y variedad dulce, semidulce y seco.